Los
tragones o comensales siempre están buscando ese platillo que les va a
satisfacer a tal grado su gula que recorren mesones, fondas, grandes
restaurantes y a lo mejor ya probaron ese bocado tan anhelado.
Los
fanaticos del vino abren botella tras botella de vino de Francia, Timbuctú o
Xochimilco, presumiendo rareza, tipo de cepa o precio y a lo mejor ya bebieron
ese elixir digno solo para los Dioses.
Las mujeres
“Fashion” buscan tienda tras tienda, “mall” tras “mall” por lo general con el
dinero ajeno en busca de los trapos mas codiciados de la temporada y a lo mejor
después queda arrumbado en el closet pero ya tienen esa vestimenta que
envidiaría Paris Hilton.
En fin, el
buscar en ocasiones nos hace perder lo pasado y sin estar sensibilizados a lo
mejor ya lo encontramos pero no lo sabemos por que bien dice el dicho…. Nadie
sabe lo que tiene…. Hasta que lo pierde!
Nosotros
los Ciclomontanistas estamos En Busca del Sendero Perfecto y recorremos Montaña
tras Montaña, Cadenas montañosas, Sierras Madres y sin saberlo o estar
sensibilizados,
Puede ser
que esa perfección de vereda que nos quita el sueño pensar cuando la
recorreremos y que esa sensación que nos causara solo es superada por el coito
(de lo contrario tienes un serio problema);
Es probable
que dicha vereda este ahí junto al patio trasero donde normalmente rodamos y no
nos damos cuenta de ello hasta que de repente unas púas la bloquean o unas
maquinas aplanan el terreno y adiós al Sendero.
Al darnos
cuenta de esto lo ojos se nos llenan de lagrimas y nos tiramos al suelo
sollozando de la amargura y del odio culpando a quien sea por inhumano
atropello.
(La verdad
es que no es para tanto pero en una novela dantesca de seguro el drama seria
algo parecido).
Los
Senderos están ahí para disfrutarlos pero el tiempo los cambia y cuando la
presión urbana es tan poderosa como la que existe en Chiluca con una ciudad con
dos millones de microbuses asechándote, el riesgo de perderlas es grande.
Aquellos
seres que en vida no dieron o piensan que no dieron tiempo y amor al perder a un
ser querido le llevan flores con mucha regularidad para lavar su culpa… cuando
las flores se deben de dar en vida. Lo mismo pasa con ese Sendero Perfecto que
sabemos que esta ahí y que nos hace sentir mariposas en el estomago por su
belleza, bosque, panorama o grado de dificultad y sin embargo la tenemos
olvidada como la mal querida.
Siempre
estamos en Busca del Sendero Perfecto pero la realidad es que lo podemos tener
ahí y solo requerimos rodarlo mas seguido. El ser curioso y explorador es bueno
pero lo ya encontrado debe ser disfrutado y hay que conocer un poco mas allá de
nuestros confines para aprender a valorar lo que tenemos o de plano reconocer
que donde rodamos es realmente feo y complicado.
No hay
que perdernos En Busca del Sendero Perfecto, hay que disfrutar lo que tenemos y
ver mas haya de nuestros confines para asegurar el amor o buscar nuevas
aventuras. |