Con
el Viento en la Cara |
El
otro día estábamos recordando un recorrido en una de las veredas más
escabrosas dentro de la comarca del Río Xinte por la gran dificultad que
requiere para poder tener acceso a ella ya que forma parte de la zona que
denominamos el Alto Xinte y esto es a mas de 3,400 MSNM y para poder llegar a
este lugar necesitas fortaleza, determinación y un conocimiento amplio de la
zona.
Pero imagínate que has llegado al inicio de este sendero, tu corazón bombea a 150 latidos por minuto, el sudor te lo tienes que quitar de la frente y es inevitable el darle un fuerte trago al agua. Te toma unos segundos mas recuperar tu aliento y al dejar la bici en el suelo y pararte erguido para estirarte, sientes como el viento fresco pega en tu cara y notas como la nube golpea la montaña cubriéndola y escurriendo como sí fuera una cascada, estas observando todo esto cuando el resto del grupo te dice “órale”,
Es
tu turno de ser el primero, subes a la bici, tomas un fuerte aliento y te dejas
ir por esa vereda que al principio tiene una un par de curvas y una pendiente
ligera para después tornarse cubierta por la sombra del bosque y con múltiples
piedras que hay que esquivar junto con raíces resbalosas que saltar. De pronto
tomas mas velocidad y cada metro ganado es un peligro pero esa sensación del
viento en la cara te da confianza para seguir adelante, cuando de repente un
tronco esta atravesado por lo que lo saltas y libras el obstáculo pero al caer
patina la llanta trasera en la tierra húmeda cubierta por verdín pero esta vez
la libras pero gritas desaforadamente ¡aguas, hay verdín! Y unos segundos
después escuchas el clásico hayyy ... por que tu compañero que venia detrás
de ti no tuvo tanta suerte y se dio un zapotaso, pero como los demás vienen atrás
ellos se encargaran de atenderlo por lo que sigues bajando cuesta abajo cuando
de repente se abre la vereda y te percatas que vas dominando dos cañones y que
el sendero va exactamente en medio por lo que la vista es espectacular pero no
puedes voltear mucho ya que sigues librando múltiples obstáculos y seguido
sientes como la suspensión delantera golpea fuertemente llegando a su limite
pero te conforma que las llantas fueron infladas antes de salir a rodar a una
presión adecuada por lo que has disminuido las probabilidades de que pellizques
la cámara y así sigues bajando por el camino que de repente se bifurca y tomas
hacia la derecha que se ve mas transitado y nuevamente te das cuenta que el verdín
hace su aparición por lo que te cargas hacia el lado derecho donde el pasto te
da tracción y la adrenalina corre por tus venas y te hace sentir vivo por que
estas saliendo avante en esa bajada y te das cuenta de esto cuando el viento
fresco pega nuevamente en tu cara y la bajada termina por lo que frenas la bici
y tomas un fuerte aliento tal y como lo hiciste al iniciar la bajada y tu rostro
tiene una cara de satisfacción que solo es superada cuando desfogas la lujuria.
Lo chistoso es cuando el resto de los compañeros llegan, ellos también
traen esa sonrisa marcada en el rostro y todos tratan de contar todas la veces
que estuvieron a punto de romperse en dos como sí fuera competencia hasta que
la euforia causada por esa magnifica bajada llega a atenuarse y el ultimo en
llegar es aquel que no tuvo suerte con el verdín y su ropa luce llena de fango.
Desgraciadamente
todo inicio tiene final y a mitad semana sigues recordando la bajada pero
sobresale ese sentimiento de euforia cuando te das cuenta que el viento fuerte
golpeaba tu cara.
Ride
With Freedom = Rodando con Libertad
Club Xinte